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PROSPECTIVA ESTRATÉGICA

La Prospectiva Estratégica desarrollada por SWPI es la ciencia que estudia el futuro por anticipado, para poder influir en él y hacernos dueños de nuestro propio futuro o, en su caso, para poder prepararnos a tiempo y así, no tener que sufrir el futuro como acostumbramos a hacerlo.

Aproximación a la Metodología

La rapidez de los cambios, su imprevisible crecimiento, suscitan muchas críticas acerca de la aplicación de la estrategia basada en el desarrollo de teorías como la de la reactividad. Es la estrategia del bombero, la del apagafuegos, que si bien es cierto que, en el pasado, cuando los ritmos de cambio eran más lentos, funcionó bastante bien, ahora se nos muestra obsoleta y poco recomendable porque el que copia cada vez llega más tarde.

 

Algunos expertos defienden que dicha estrategia sigue siendo válida. Consideran que como no vemos con claridad el futuro que se avecina, lo que tenemos que hacer es intentar ser cada vez más flexibles y adaptables. La flexibilidad es la palabra de moda. El concepto, en sí, es muy seductor pero quienes se dejen seducir por ello se olvidan de que la adaptabilidad instantánea no deja de ser más que una mera ilusión, un espejismo.

 

Se olvidan de que las competencias, los conocimientos y la experiencia no pueden ser renovados en un instante y, mucho menos, cuando hablamos a nivel del equipo humano que constituye una organización determinada. La movilización de los diferentes actores implicados en torno a un proyecto de futuro implica apropiación y ello requiere también un tiempo de maduración e, incluso, un retorno de experiencias.

 

Se necesita que los proyectos en marcha cuenten con un periodo de tiempo determinado para poder experimentarlos. La adaptación a los cambios es algo que no se improvisa. Si se quiere salir airoso de esta prueba es necesario impulsar estos tres conceptos-base para la transición al nuevo paradigma emergente: Innovación, Competitividad, Sostenibilidad, ICS, que deberá realizarse en clase de Quadruple Helix: Gobiernos, Empresas, Academia e I+D y Sociedad Civil organizada.

 

En este proceso hay tres actores con clara visibilidad. En un primer plano aparece la Empresa como ejecutora y traduciendo en acciones concretas los principios que se han enunciado; la Academia e I+D constituyen una fuente de inspiración  y de aportación de una parte sustancial del conocimiento necesario para orientar la acción en la dirección correcta. El Gobierno ejerce un importante impacto mediante su capacidad normativa y de orientación del gasto y la inversión públicos. Finalmente, una sociedad. La Sociedad Civil organizada no puede circunscribirse a un papel meramente pasivo que sufre o se beneficia de la dinámica generada por los otros tres Actores. La Sociedad Civil organizada cuenta con un caudal de conocimiento y experiencia, de independencia y pensamiento crítico, de valores y de capacidad de compromiso que es lo que puede marcar la diferencia entre una evolución sesgada y una evolución equilibrada. Así como entre un proceso elitista gestionado y en beneficio de unos pocos protagonistas y un proceso aglutinante, inclusivo y reforzador de la cohesión social.

 

Lo que hoy sembremos será lo que cosecharemos mañana. Incluso, deberíamos aprovechar esta crisis para reflexionar y situarnos ante la encrucijada de la vida y pensar sobre nuestro futuro. Ante nosotros se abre un abanico que comprende una multitud de futuros posibles o futuribles y que dependerá de lo que hagamos ahora para que lleguemos a alcanzar un futuro u otro.

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Actualmente, además de la crisis del coronavirus, vivimos una época en la que, como no hemos hecho durante décadas lo que había que hacer, nos puede estallar en la cara la grave amenaza que representa el cambio climático. Vivimos también épocas apasionantes que coinciden con lo que representa un Cambio de Era. Un cambio radical, y sin precedentes, del actual paradigma demográfico, social, económico, energético y tecnológico. Un cambio ante el que, paradójicamente, nos quedamos mudos, indecisos y parados, sin tomar ninguna decisión que no signifique hacer más de lo mismo.

 

La historia de la humanidad está llena de episodios donde se muestra claramente que el futuro es producto de nuestra ambición, de nuestra intencionalidad, de nuestra voluntad, de nuestro esfuerzo colectivo.

 

Ante nosotros, el futuro se nos muestra abierto y, en esas condiciones, todo depende, en una gran medida, de nuestra capacidad de saber lo que queremos. Se trata de determinar cuál es el futuro que es fruto de nuestro deseo, de nuestra voluntad y nuestros esfuerzos para emplear nuestros recursos, nuestro tiempo y nuestra lucha en erradicar de raíz el lastre inútil recibido del pasado, aquello que nos resulta una pesada carga para conquistar un mundo mejor.

 

Decía Hölderling que cuando más crece el peligro, más crece aquello que puede salvarse. Por ello, a pesar de estar sufriendo confinados la crisis del coronavirus, debemos pensar que, tarde o temprano, tendremos la vacuna y los tratamientos médicos exitosos llegarán pronto. Luego vendrá una fuerte crisis económica que también superaremos porque sabemos nuestra apuesta es el desarrollo sostenible en el marco de la UE y bajo la estrategia del "Green Deal" que propugna la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen. Debemos alegrarnos de que se estén creando las condiciones idóneas para deshacernos de lo que no funciona, reinventar el futuro y crear un mundo mejor.

Las cinco Fases de la Prospectiva Estratégica

Para hacernos dueños de nuestro propio futuro basta con que todos los actores implicados respondamos tan sólo a cinco preguntas básicas. La Prospectiva Estratégica que SWPI aplica, recomienda responder a las cinco preguntas siguientes en función del Sistema sobre el que estemos trabajando:

01

¿Qué está ocurriendo y qué cambios se prevé que podrían afectar a la evolución del Sistema?

03

¿Qué podríamos hacer para controlar el futuro próspero y sostenible del Sistema?

05

¿Cómo, con quiénes, cuándo, dónde, a qué costes,…vamos a hacerlo todo posible, realizable, deseable y sostenible?

02

¿En qué afectarían estos cambios a la evolución del Sistema y qué factores esenciales son los que condicionarían su propio futuro?

04

¿Qué vamos a hacer para alcanzar un escenario posible, realizable, deseable y sostenible?

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